LA PRIMOGENITURA ANNOBONESA
Una de las prácticas útiles
de la cultura annobonesa es el trato especial que este pueblo dispensa a los
primogénitos. Este asunto que trato de sacar a colación, despierta bastante
curiosidad por la consideración que los naturales de la isla austral
guineoecuatoriana lo da. Antes de abordar el caso, conviene señalar que, a
pesar de lo especial que los isleños tratan este tema, en la actualidad, casi son
pocas las familias que siguen guardando al pie de la letra este buen comportamiento,
debido a la desvalorización que hacemos de nuestras culturas y tradiciones, olvidando
que dichas costumbres forman nuestra verdadera
esencia. Por tanto, abordar este tema que
para algunos significaría una nada, se debe por la preocupación que anida en las
entrañas del articulista por el brutal abandono que hacemos de las buenas
prácticas de nuestras culturas, sustituyéndolas
por otras tantas exógenas que, a nuestro juicio no aportan nada de civilidad en
nuestras personas ni a la sociedad.
Rebasado el ecuador de
nuestra introducción, creemos oportuno dar de entrada ya a nuestro tratado; aunque
nos conviene subrayar que en la sociedad annobonesa, hasta la última década del
pasado siglo XX, seguía vigente este uso, pero sólo con el consumo del primer
decenio de este nuevo siglo, el panorama ha alterado de forma radical que no encontramos
razones que justifiquen esta actitud.
Según la tradición
isleña, uno de los elementos culturales valorados y respetados por la familia
annobonesa es la primogenitura. Este estatus socio-familiar hace que casi nunca los primogénitos sean hijos de sus
progenitores directos, sino de los abuelos y abuelas. Esto significa que una
vez venido al mundo un primogénito o una primogénita, todo el peso de la
crianza y educación recaen sobre los abuelos del recién nacido/a, por lo que
desde el primer día de vida de éste, los abuelos se responsabilizan de todo lo concerniente
en la vida del recién nacido. Después del destete, los primogénitos pasan a
vivir con los abuelos.
Primero, los abuelos se
encargan de dar nombre al niño o a la niña, generalmente son nombres que honran
a un ser querido de la familia ya fallecido, para perpetuar la memoria y el nombre
del antepasado en el seno de la familia, o el nombre ha de tener alguna
relación o significación con el día que nace el retoño, o con el santo patrono
del pueblo que pertenece la familia. Para ello, es fácil (aunque de forma
generalizada, los annoboneses poseen nombres compuesto), encontrar a los
primogénitos y primogénitas de las familias annobonesas con más de un nombre,
uno lo da la familia paterna y el otro la materna.
Como señalamos, los
padres progenitores tienen muy poca autoridad sobre sus primogénitos, ello
conlleva que éstos tengan un estatus privilegiado en la familia.
Segundo, la poca
influencia que los padres tienen sobre los primogénitos, hace que tradicionalmente
consideren a sus primogénitos como hermanos, incluso llegan momentos que les
brindan tratos como si fueran sus hermanos mayores y no como sus hijos. El
hecho de presentarse como un hermano mayor hace que los progenitores no tengan autoridad
sobre ellos, para reprocharles ante los abuelos del nieto. Todo acto reprochable
de los primogénitos se deja correr a cargo de los abuelos, o sea, son los que
tienen derecho a regañar a éstos, por la facultad que les son otorgadas por la
naturaleza y la sociedad, por tanto, los abuelos se encargan de disciplinar al
primogénito/a. Aunque vale subraya el verbo dialogar, porque difícilmente los
abuelos castigan a éstos, por que llevan nombres de un antepasado querido de la
familia. Créese también en la cultura que, cuando el niño primogénito es
castigado, en caso de poseer nombre de un antepasado, desde el más allá se encoleriza
el memorado. Y si el castigo es llevado a cabo por alguno de los padres de la
niña o el niño, es considerado una gravísima falta de respeto a los abuelos, antepasados
y la sociedad.
Los progenitores adquieren
facultad de padres sobre los primogénitos cuando hayan muerto los abuelos, esto no significa que los
primogénitos no consideran a sus padres como tales durante la existencia de los
abuelos.
Para ir concluyendo el
discurso, cabe resaltar que muchas veces los abuelos heredan a los nietos-primogénitos
algún que otro bien, antes que a sus propios hijos/as.
Como broche final,
señalo que en la tradición annobonesa, el hombre annobonés demuestra mayor
calor a su primogénito/a, por considerarlo verdadero elemento que le hace ser hombre en la vida,
mientras la mujer muestra más afecto al benjamín por ser quien le cierra la
puerta del dolor de parto y de sufrimientos de la crianza.
Comentarios
Publicar un comentario