Concibiendo el arte de un pueblo como bagaje de conocimientos artísticos, o las diferentes técnicas de creación u ornamentación, las cuales se identifica con este; y que tal bagaje de conocimientos se o es transmitido de generación en generación; entonces definiríamos, el arte annobonés como toda manifestación artística cultural-tradicional que este pueblo haya heredado de sus antepasados y las creadas por este mismo, sea antigua o contemporánea, el cual le diferencia del conjunto de la colectividad humana o de las otras etnias que conforman la identidad guineoecuatoriana.
En este aspecto, para ser más claro, el arte que pretendemos tratar aquí, es el conjunto de creaciones escultóricas, plásticas, ornamentaciones, así como las técnicas arquitectónicas; las cuales el pueblo annobonés las crean por medio de materias primas y secundarias; y no las artes capitaneadas por las musas Clío (de la historia), Talía (de la comedia), Melpómene (de la tragedia), Euterpe (de la música), Terpsícore (de la danza), Érado (de la elegía), y de Polimuia (de la poesía lírica), en definitiva, artes del verbo, del sonido o del movimiento armónico del cuerpo, sino las dos primeras señaladas arriba.
Por qué hoy, el pueblo annobonés carece de su arte antiguo.
Si echamos una mirada retrospectiva a la historia, encontraremos que el pueblo annobonés ha experimentado de modo sistemático, un exterminio de sus producciones artísticas por parte de los colonos camuflados en las blancas sotanas y con la Biblia y el rosario a mano, nos referimos a los desalmados Misioneros Claretianos que pasaron por Annobón. Estos son los que odiosamente destruían y destruyeron las figuras labradas por los escultores annoboneses. Sean las hechas de maderas o de barro; es por tal razón creemos, que hoy no disponemos de ninguna de las figuras ni pinturas de nuestros antepasados, como patrimonio cultural antiguo éste es mi juicio-; Por cuanto que poseemos datos que justifican nuestra tesis. Y entendemos que hay suficientes razones para que nuestros padres dejaran de producir tales obras, durante la presencia de aquellos “levitas” y que se dedicasen única y exclusivamente a la ornamentación de los instrumentos con los que realizaban sus quehaceres cotidianos, sean caseros o de la pesca, etc.
En este aspecto, para ser más claro, el arte que pretendemos tratar aquí, es el conjunto de creaciones escultóricas, plásticas, ornamentaciones, así como las técnicas arquitectónicas; las cuales el pueblo annobonés las crean por medio de materias primas y secundarias; y no las artes capitaneadas por las musas Clío (de la historia), Talía (de la comedia), Melpómene (de la tragedia), Euterpe (de la música), Terpsícore (de la danza), Érado (de la elegía), y de Polimuia (de la poesía lírica), en definitiva, artes del verbo, del sonido o del movimiento armónico del cuerpo, sino las dos primeras señaladas arriba.
Por qué hoy, el pueblo annobonés carece de su arte antiguo.
Si echamos una mirada retrospectiva a la historia, encontraremos que el pueblo annobonés ha experimentado de modo sistemático, un exterminio de sus producciones artísticas por parte de los colonos camuflados en las blancas sotanas y con la Biblia y el rosario a mano, nos referimos a los desalmados Misioneros Claretianos que pasaron por Annobón. Estos son los que odiosamente destruían y destruyeron las figuras labradas por los escultores annoboneses. Sean las hechas de maderas o de barro; es por tal razón creemos, que hoy no disponemos de ninguna de las figuras ni pinturas de nuestros antepasados, como patrimonio cultural antiguo éste es mi juicio-; Por cuanto que poseemos datos que justifican nuestra tesis. Y entendemos que hay suficientes razones para que nuestros padres dejaran de producir tales obras, durante la presencia de aquellos “levitas” y que se dedicasen única y exclusivamente a la ornamentación de los instrumentos con los que realizaban sus quehaceres cotidianos, sean caseros o de la pesca, etc.
Nuestra insistencia en atribuir a los Misioneros Claretianos una parte de la falta de grandes figuras labradas en el suelo patrio annobonés se debe –como verá nuestro lector- que: a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1887 (a los dos años de la llegada de los Claretianos a Annobón), el padre superior Daunis ordena a los suyos destruir la capilla que entonces estaba bajo la dirección del sacerdote de la iglesia tradicional, el reverendo Toñi Mábanja. Alegando que convocó a éste último a una cita para advertirle sobre la adoración de los “dioses falsos”, y al no concurrir a la cita, fue motivo suficiente para que redujera la capilla que dirigía el reverendo Mábanja y todas sus pertenencias a cenizas. Al principio del S. XX, en el año 1905, otro acto vergonzoso, de la misma envergadura se llevó a cabo; primero por el delegado de gobierno, el señor Rives, en consenso con los Claretianos, destruyendo todas las figuras que los annoboneses creaban y veneraban en sus iglesias, es decir, las iglesias que no estaban bajo la dirección de los blancos, así como todos sus materiales litúrgicos; y más tarde, el delegado de Gobierno que sustituyó al señor Rives, don Cristóbal Rodríguez
La verdad amarga de Juan Zamora Mejía (CCEM)
culminaría con la “loable” destrucción total de todas las capillas y todas sus pertenencias tales como las figuras talladas de madera y labradas del barro que en ellas estaban guardadas, e incluso las figuras ocultadas en las cuevas y en las casas. A razón de esta conducta despiadada de los Claretianos en acuerdo con los políticos coloniales, el reverendo padre Tomás L. Pujadas, refiriéndose al delegado de gobierno Cristóbal Rodríguez, dice: «Fue quien acabó con los “santos” que los sacristanes tenían escondidos, figuras antiguas que estaban completamente estropeados, “trastos”, a juicio del cronista. Posiblemente algunas de ellas no eran tan impropios para el culto como algunas imágenes llamadas hoy modernas». Mientras los Misioneros Claretianos y las autoridades políticas coloniales destruían todas las obras artísticas de los annoboneses, alegando que el pueblo adoraba a “rústicos” ídolos; al mismo tiempo, introducían sus imágenes, o sea, “santos”, pero hechos también de barro, como los que labraban los annoboneses, con la única diferencia de que los santos de los nativos no poseían los mismos colores y ornamentos que los suyos; haciendo al pueblo entender que sus figuras eran verdaderos santos descendidos del Cielo.
El sistema que adoptaron los Claretianos para introducir sus “santos” a la isla, era esconder sus “santos” de barro cocido entre las hierbas, a las orillas del mar y en lugares que la gente transita con frecuencia; con el propósito de que cualquier persona que pasase y encontrara con la figura, les llamasen. Se iban al lugar y las llevaban a la Misión, y “bautizaban a dichas figura divinas”; así lograron engañar al pueblo, introduciendo sus ídolos o falsos dioses. Todo ello, olvidándose que “No mentirás” y “No tendrás otros dioses delante de mí” son amonestaciones que no sólo Dios, lo dirigía a los annoboneses, sino que también las afectaban. Seguramente que eran los claves del evangelio que enseñaban al pueblo: no mentir ni adorar dioses falsos. Ahora me pregunto: ¿Qué dios representaban sus imágenes hechas de barro? ¿Hacían un gran favor a Dios? Que yo sepa, dios no necesita del favor humano.
Sobre el arte escultórico y pictórico contemporáneo annobonés
Hace algún tiempo que leí de un libro de historia en el que ladinamente, el autor señalaba que durante su estudio de investigación, en busca de materiales para la confección de su trabajo, no encontró arte en toda de Ambô (Annobón). Demostrando su la mala fe hacia este pueblo. Lo que me lleva a preguntar, cómo éste investigador de la historia definiría el arte.
Teniendo en cuenta el brutal comportamiento de los Misioneros Claretianos y los políticos coloniales, que señalábamos líneas anteriores, no cabe duda que sea la razón por la que el annobonés dejara de permitir que sus esculturas estén a alcance de cualquier individuo, o sea, que cualquier hombre tenga acceso fácil a sus figuras talladas; con el cuidado de que no volvieran a perder sus patrimonios artísticos. Pero con ello no significa que el dios del arte que tratamos abandonó la isla, porque hoy día contamos con destacados ebanistas, escultores, dibujantes y pintores de toda clase. En este aspecto, podemos destacar a: Ambrosio Medina Malé (Ñeñesón), pastor Adventista, que a pesar de su delicado estado de salud, es uno de nuestros trabajosos artistas actuales. Durante el breve tiempo que llevamos buscando las obras labradas por los escultores en San Antonio de Palea, pudimos encontrar con más de una decena de obras de este señor en Annobón, y otros tantos en la casa de su hermano en Malabo. Del mismo modo podemos decir de Antonio Majeda Alcina, más conocido en su tierra natal, Annobón como “Tômbôbô o Lavanà Báswai”, que hasta encontramos en su currículo que obtuvo una medalla de plata por haber ganado un segundo premio de escultura en el año 1965 en Santa Isabel. Según sus propias palabras: “Mi jefe llevaba todas mis obras a España a venderlas”. También encontramos con magníficas obras talladas de Juan Manresa Zamora (Txita Másentx) padre del también artista Mené, etc.
Otro destacado contemporáneo que podemos señalar es nuestro gran Juan Zamora Mejía, escultor y pintor, fallecido el 28 de febrero del año 2009. Podemos disfrutar de sus obras en CCEM, y su famosa figura del legendario Don Quijote de la Mancha, leyendo alguna revista caballeresca, en la anterior sala de exposición de la misma institución española, que se haya anexa a la biblioteca.
De modo que hablamos de escultores, también podemos hacer lo mismo de pintores, que son destacados artistas reconocidos en el ámbito nacionales e internacionales; como es el caso de los geniales: Ghuty Mamae, polifacético hombre: pintor, ilustrador, cartelista, grabador, escritor, poeta y músico. Apasionado por las esencias de su tierra. Se ha consagrado como uno de los grandes creadores de la escuela pictórica africana contemporánea, a la vez que introductor esas nuevas tendencias en Europa. Es el pintor annobonés más universal, hoy, vive entre Annobón-Malabo-Barcelona. Ricardo Madana Mateo (Pãnkĩ), otro universal pintor y escultor guineoecuatoriano-annobonés; José Luis Bestué Zamora, también pintor y escultor; estos dos residen actualmente en España, y finalmente señalamos a nuestro fantástico Mené, pintor, dibujante y diseñador, muy conocido en Guinea y fuera de nuestras fronteras.
Bibliografía
Informante: Joaquín Mahón Solsona “Met Kinito” (Sacristán Mayor interino), San Antonio de Palea, agosto 2009.
PUJADAS, Tomás L. LA IGLESIA EN LA GUINEA ESPAÑOLA, ed. Iris de paz Madrid 1968 (España)
El sistema que adoptaron los Claretianos para introducir sus “santos” a la isla, era esconder sus “santos” de barro cocido entre las hierbas, a las orillas del mar y en lugares que la gente transita con frecuencia; con el propósito de que cualquier persona que pasase y encontrara con la figura, les llamasen. Se iban al lugar y las llevaban a la Misión, y “bautizaban a dichas figura divinas”; así lograron engañar al pueblo, introduciendo sus ídolos o falsos dioses. Todo ello, olvidándose que “No mentirás” y “No tendrás otros dioses delante de mí” son amonestaciones que no sólo Dios, lo dirigía a los annoboneses, sino que también las afectaban. Seguramente que eran los claves del evangelio que enseñaban al pueblo: no mentir ni adorar dioses falsos. Ahora me pregunto: ¿Qué dios representaban sus imágenes hechas de barro? ¿Hacían un gran favor a Dios? Que yo sepa, dios no necesita del favor humano.
Sobre el arte escultórico y pictórico contemporáneo annobonés
Hace algún tiempo que leí de un libro de historia en el que ladinamente, el autor señalaba que durante su estudio de investigación, en busca de materiales para la confección de su trabajo, no encontró arte en toda de Ambô (Annobón). Demostrando su la mala fe hacia este pueblo. Lo que me lleva a preguntar, cómo éste investigador de la historia definiría el arte.
Teniendo en cuenta el brutal comportamiento de los Misioneros Claretianos y los políticos coloniales, que señalábamos líneas anteriores, no cabe duda que sea la razón por la que el annobonés dejara de permitir que sus esculturas estén a alcance de cualquier individuo, o sea, que cualquier hombre tenga acceso fácil a sus figuras talladas; con el cuidado de que no volvieran a perder sus patrimonios artísticos. Pero con ello no significa que el dios del arte que tratamos abandonó la isla, porque hoy día contamos con destacados ebanistas, escultores, dibujantes y pintores de toda clase. En este aspecto, podemos destacar a: Ambrosio Medina Malé (Ñeñesón), pastor Adventista, que a pesar de su delicado estado de salud, es uno de nuestros trabajosos artistas actuales. Durante el breve tiempo que llevamos buscando las obras labradas por los escultores en San Antonio de Palea, pudimos encontrar con más de una decena de obras de este señor en Annobón, y otros tantos en la casa de su hermano en Malabo. Del mismo modo podemos decir de Antonio Majeda Alcina, más conocido en su tierra natal, Annobón como “Tômbôbô o Lavanà Báswai”, que hasta encontramos en su currículo que obtuvo una medalla de plata por haber ganado un segundo premio de escultura en el año 1965 en Santa Isabel. Según sus propias palabras: “Mi jefe llevaba todas mis obras a España a venderlas”. También encontramos con magníficas obras talladas de Juan Manresa Zamora (Txita Másentx) padre del también artista Mené, etc.
Otro destacado contemporáneo que podemos señalar es nuestro gran Juan Zamora Mejía, escultor y pintor, fallecido el 28 de febrero del año 2009. Podemos disfrutar de sus obras en CCEM, y su famosa figura del legendario Don Quijote de la Mancha, leyendo alguna revista caballeresca, en la anterior sala de exposición de la misma institución española, que se haya anexa a la biblioteca.
De modo que hablamos de escultores, también podemos hacer lo mismo de pintores, que son destacados artistas reconocidos en el ámbito nacionales e internacionales; como es el caso de los geniales: Ghuty Mamae, polifacético hombre: pintor, ilustrador, cartelista, grabador, escritor, poeta y músico. Apasionado por las esencias de su tierra. Se ha consagrado como uno de los grandes creadores de la escuela pictórica africana contemporánea, a la vez que introductor esas nuevas tendencias en Europa. Es el pintor annobonés más universal, hoy, vive entre Annobón-Malabo-Barcelona. Ricardo Madana Mateo (Pãnkĩ), otro universal pintor y escultor guineoecuatoriano-annobonés; José Luis Bestué Zamora, también pintor y escultor; estos dos residen actualmente en España, y finalmente señalamos a nuestro fantástico Mené, pintor, dibujante y diseñador, muy conocido en Guinea y fuera de nuestras fronteras.
Bibliografía
Informante: Joaquín Mahón Solsona “Met Kinito” (Sacristán Mayor interino), San Antonio de Palea, agosto 2009.
PUJADAS, Tomás L. LA IGLESIA EN LA GUINEA ESPAÑOLA, ed. Iris de paz Madrid 1968 (España)
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