OTRO VIAJE INFRAHUMANO A ANNOBÓN

 

 

A panas doce meses que sacamos a la luz un testimonio en el que manifestábamos nuestras discrepancias con la mediática propaganda que los medios informativos oficiales del país hacían respecto el viaje sufragado por el Vicepresidente Segundo del país en el que la comunidad estudiantil annobonesa era beneficiaria. El presente artículo se dirige hacia otro aspecto, aunque no lejos de las excedidas adulaciones.

   La dirección de este texto se fija en la inexplicable tardía que la comunidad estudiantil annobonesa viene a beneficiarse del viaje  que debió realizarse el mes de julio pasado, al igual que la santísima “escala técnica en el puerto de Bata” y sus consecuencias.

  Se constata generalmente que, todos los servicios y beneficios sociales que atañen a Annobón llegan  tarde y mal. Como señalábamos anteriormente,  es incomprensible que siempre los estudiantes y alumnos annoboneses residentes en Malabo, Bata y Annobón, sean los últimos en beneficiarse del medio de transporte para realizar viajes de vacaciones a la isla. Esta vez, si no fuera por el orden ministerial nº 1/2014 de fecha 30 de julio, en el que el Artículo Primero disponía que el comienzo del curso escolar 2014-2015 daría comienzo el día 1 de octubre de 2014, la comunidad annobonesa afectada no hubiera tenido la oportunidad de disponer de un medio de transporte para viajar a la isla a disfrutarse de las vacaciones. Aunque ello no significa que el mismo se ha realizado como debió ser. El primer problema es el llamamiento de atención que las autoridades del buque nacional han hecho a los jóvenes annoboneses: “el buque estará en Annobón durante cinco días”. Esta advertencia significa que todo joven que se equivoque en quedarse en la isla más de los cinco días, no tendría la oportunidad de retornar a su residencia habitual, y se quedaría en la isla más tiempo de lo que puede imaginar. Sí, porque a pesar de los largos tiempos que transcurren para que el buque nacional realice un viaje a la isla, cuando lo realiza, la estancia es sólo de dos días.

buque nacional Djibloho 10 de agosto 2014

 

Respecto a la santísima “Escala técnica en el puerto de Bata”, las autoridades del buque nacional utilizan dicha escala para martirizar a los viajeros annoboneses, porque nunca, a vista de pájaro, las escalas han sido técnicas, sino más bien, escalas fastidiosas.

Un aspecto que las autoridades del buque nacional tienen que tener en cuenta y dejen de mirar al otro lado es que, las abominables “escalas técnicas en el puerto de Bata” de los viajes del buque nacional con destino a Annobón, tienen que anularse definitivamente, por ser un cúmulo de desagrado  para los annoboneses. La gente viaja como cerdos en una pocilga, porque el barco no reúne condiciones básicas para realizar un viaje agradable, por falta de agua potable y aseo normales para la higiene personal; el buque no dispone de servicio de comida para atender las necesidades de los viajeros; dormir en la cubierta a la intemperie del sol diurno, frío nocturno y lluvias, ningún ser humano se lo merece; tampoco, no todos los viajeros son amantes del mar, y retener a los pasajeros en el mar durante más de tres días es un acto altamente malintencionado y malicioso.

  Es inaudito que cada semana, el buque nacional realiza más de un viaje a Bata y viceversa, amén del buque nacional, el ferri San Valentín, mantiene línea regular entre los puertos de Malabo y Bata a lo largo de la semana, añadiendo a ello si es poco, los numerosos vuelos diarios de aviones hacia el aeropuerto de Bata día y noche,  sin embargo, por una sola vez por trimestre que el buque nacional tiene que realizar un viaje a Annobón, está obligado admitir pasajes con destino a Bata, y no zarparse directamente de Malabo a Annobón.

Esta vez se publica por los medios de comunicación que el pasado quince de julio el barco realizaría un viaje a la isla, más tarde se cancela el mismo sin alegar excusa alguna, pero resultó que se suspendió el viaje a Annobón porque la isla no dispone de ningún remolcador para conducir el buque a atracarse en el muelle, según informaciones de la calle; ahora que se realiza el viaje, se ha de convencer que ya hay  un remolcador, gracias a la empresa SOMAGEC. La tripulación decide no acomodar las carga en las bodegas, todo esto sin explicación alguna, dejando todo el cargamento al descubierto a fin de que el sol y la lluvia se encarguen de estropear todo los artículos permeables; donde chapas, bidones de combustiones, maderas, pinturas, animales domésticos, alimentos comestibles, palos, sillas, etc. estén expuestos y al alcance de cualquier cleptómano que esté viajando. La tripulación alega que, es porque los coches que van a ser desembarcados en el puerto de Bata, están sobre las bodegas, por tal motivo las bodegas no pueden ser utilizadas. Esta excusa abre puerta a interrogaciones como: ¿por qué se embarcó primero los coches que iban a ser desembarcados en Bata antes que el cargamento que va a Annobón, si las bodegas van vacías? ¿Dónde tenían las cabezas, las autoridades navieras? ¿Con qué intención lo hicieron?

  Conductas iguales traen a la memoria unos vergonzosos viajes que el entonces buque nacional Acacio Mañé realizó a la isla de Annobón en los años 1993 y 1994. El primero, la tripulación negó utilizar las grúas del buque para embarcar las toneladas de todo tipo de artículos que los oriundos tenían que trasladar a la isla; y el marginado annobonés sacó las fuerzas de donde no las tenía y embarcó una a una, cargando cementos, chapas, tablas, puertas, sacos, bolsos, maletas, etc. en la cabeza y subiendo las escaleras del buque, aquél fatídico embarque duró más de 42 horas en el puerto de Malabo; una vez en la isla vuelve el marginado annobonés, hacer el mismo ejercicio para transportar las cargas a tierra desde algo más de una milla de la costa. El segundo, fue el momento en que la tripulación cargaba las grúas con los artículos de los isleños y los arrojaban al mar, con la grotesca burla de: “que estos peces vayan a coger sus cargas en el mar”, aquel viaje los isleños afectados perdieron sus cementos, chapas, baldosas, alimentos y vestimentas, todo bajo las aguas del mar. Tanto en este viaje como entro del año siguiente que los isleños lo bautizaron Barco-avión (por lo relámpago que fue, el barco fondea en las aguas annoboneses a las dos de la madrugada y zarpa a las siete de la tarde, o sea 17 horas en Annobón, después de seis meses que la isla no había recibido ningún viaje del entonces buque nacional. En los dos últimos vergonzosos viajes, que señalamos, muchas cargas fueron devueltas a los puertos de Bata y Malabo, y otras tantas perdieron; los afectados reclamaron a la agencia para que les repusieran los daños y nada les fueron repuestos ni indemnizados hasta hoy.

   Valga demasía, pero no nos cansaremos de decir que las supuestas escalas técnicas al puerto de Bata, cuando el buque nacional realiza viaje a Annobón deben anularse. Porque ha habido pelea entre el annobonés y el fang siempre, y esta vez, ha ocurrido lo que se venía advirtiendo que podría darse lugar algún día, la muerte de viajeros, un viaje para no recordar. ¿Se exigirá responsabilidad alguna?; ¿la agencia del buque nacional Djibloho o el gobierno, quién indemnizará a las familias de las víctimas?